Image Hosted by ImageShack.us

30.11.07

San José. Viernes 30 de noviembre del 2007.

12:59 a.m.

Querida madre,

Es extraño, no sabes cómo he pensado en tí últimamente... Para que sepas, hoy tampoco puedo dormir, ya he intentado todos los remedios que tú y el resto me han recomendado, pero todos resultan inútiles, siento que el cuerpo no descansa si la mente no tiene paz, y creo que el problema es que cada vez soy menos dueña de mi tiempo. Ya sé lo que vas a decir, pero no quiero que lo pienses, por favor no lo hagas, no te molestes sin que valga la pena, porque ahora debo confesarte que he perdido el reloj que me regalaste, por favor no te pongas así.... No vale la pena.

He vuelto a sentirme enferma también, y no ha pasado el tiempo suficiente para curarme. Compré medicinas nuevas, y caras te cuento. Pero casi nunca recuerdo tomármelas, tengo una tosesita que no me deja, es que estos vientos me siguen a todas partes, ¿te los puedes imaginar? Yo todas las noches me quedo dormida con el sonido del frío afuera de la ventana. Es mejor que la música mamá, bueno, al menos es mejor que las voces que escucho todo el tiempo. No lo tomes a mal mamá, no quiero que te preocupes pero me siento más sola que nunca, es que esta ciudad nunca se calla, te espera detrás de cada esquina que doblas, y al otro lado de cada calle que cruces. No creo que sea conveniente que vengas a visitarme, los vientos se llevan con ellos pedazos del aliento de humanidad que tienen los de aquí. Lo sé porque escucho un eco, como si al golpear la cara de los hombres el viento se burlara de ellos, les repite, haciéndoles oír lo mismo que les ha ido robando poco a poco. Pero aquí todos son extraños en sus propios cuerpos, el eco resuena y no les resulta en lo más mínimo familiar. No estoy segura, tampoco, de que conozcan el significado que yo conozco de esa palabra. Aquí mi risa no es contagiosa, y todos te miran a los ojos sin realmente estar viendo nada, al menos así parece, yo aún no he encontrado nada detrás de esas miradas. Es como si te miraran fijamente solo para no correr el riesgo de mirarse, por equivocación, ellos mismos.

Esta ciudad y sus gentes me hacen sentir aún menos en casa. Pero ahora entiendo, uno necesita estar lejos en estas circunstancias. Fueron razones ajenas en su momento, pero ahora entiendo. No quiero dejar mi cuerpo aún, es el único espacio de calma que tengo por aquí, y de alguna forma he encontrado la forma de reconfortarme dentro de él como si estuviera allí contigo. Cuando suceda, quiero que vengas por mí. Solo entonces. Sé que mi cuerpo vacío va a dejar de parecerse a mí, pero nunca va a dejar de recordarme a casa, hasta me gustaría que alguien aquí lo conservara para que conozca la calidez que siento. A veces quisiera quedarme aquí dentro, pero es más fácil entender todo así.

Espero que no te preocupes por mí, todo esto al final es bueno. Vas a ver...

Un beso mamá,
Claudia.

4 comentarios:

LAbarta dijo...

perdon perdon perdon; miles perdones por haber renegado. No importa si toa esperar dos siglos. podés dejar el blog en break todo lo que querás o publicar mañana, no importa. solo sigue escribiendo así. Honestamente, y lo tomes como lo tomes, no creo haber leido algo mejor de vos, no creo haber leido algo mejor en un blog (y eso q leo el mioc on frecuencia).

...lms dijo...

no escribis,pero te guardas estas cosas tan chivas adentro..xq?

Jen® dijo...

:(
me dió una tristeza toda feliz

peyote dijo...

...
Emotivo...



Te deja sin palabras.

Saludos.